lunes, 13 de julio de 2009

El Principito y el zorro


" Siempre seràs responsable de lo que has domesticado" ...

Y a mi entender, aquí el Principito nos habla de cosas importantes como el amor y la amistad. Uno de mis momentos favoritos de este libro es cuando el Principito se encuentra con el zorro y ambos comienzan a descubrir lo que significa crear lazos y unirse así a otro ser. La amistad y el amor muchas veces tienen algo en común con esto de domesticar, porque dicen que sólo se conoce lo que se domestica.

¿Me ayudan a descubrir lo que ellos nos estàn diciendo? A continuaciòn fragmentos del mismo relato:

-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Acércate…, ven a jugar conmigo -propuso el Principito- ¡Estoy tan triste!.
-¿Jugar contigo? No…, no puedo -dijo el zorro-. Aún no estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -se excusó el Principito.
Interrogó, luego de meditar un instante:
-¿Has dicho “domesticar”? ¿Qué significa “domesticar”? (...)

¡Ah!…, es una cosa muy olvidada -respondió el zorro-. Significa “crear lazos”.
-¿Crear lazos?-preguntó el Principito.
-Así es -confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para ti más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas…, sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.
(...)
Estoy seguro que…, si me domesticas mi vida se verá envuelta por un gran sol. Podré conocer un ruido de pasos que será bien diferente a todos los demás. Los otros pasos, me hacen correr y esconder bajo la tierra. Pero el tuyo sin embargo, me llamará fuera de la madriguera, como una música. ¡Mira! ¿Puedes ver allá a lo lejos los campos de trigo? Yo no como pan, por lo que para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo nada me recuerdan. ¡Es triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas por fin domesticado, el trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el sonido del viento en el trigo (…)
¿Sabes…? Sólo se conocen las cosas que se domestican -afirmó el zorro-. Los hombres carecen ya de tiempo. Compran a los mercaderes cosas ya hechas. Y… como no existen mercaderes de amigos, es muy simple, los hombres ya no tienen amigos. Si realmente deseas un amigo, domestícame!
Fue así como el Principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:
-¡Ah!-dijo el zorro- Voy a llorar.
-No es mi culpa -repuso el Principito-. Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño.
-Sí, yo quise que me domesticaras -dijo el zorro.
-Pero dices que llorarás.
-Sí -confirmó el zorro.
-¿Ganas algo entonces? -preguntó el Principito.
-Gano -aseguró el zorro- por el color del trigo.
Luego sugirió al Principito:
-Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.
Se dirigió el Principito nuevamente a la rosas:
-En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo...

Podemos llorar al igual que el zorro en el momento de separarnos de ese alguien que queremos, es màs, en muchas ocasiones la gente desea no crear lazos por miedo a perderlos y quedarse pensando que es mejor así, que no se sufre si no se llega a conocer a alguien tanto como para amarlo. En estas èpocas de relaciones light y el facilidad con que la gente desecha y rompe lazos el zorro nos enseña algo importante; uno es responsable de lo que ha domesticado.
Se conoce lo que se ama. ¡Graso error el pasar sin amar por miedo a sufrir! Después de todo, el trigo y la rosa a mí también me traen gratos recuerdos.



Antoine Saint-Exupéry fue un escritor y aviador francès-

5 comentarios:

  1. Definitivamente ésta es mi parte preferida del libro y la tengo presente siempre.
    Y me siento muy fácil de domesticar, y de añorar ritos...
    Lo malo es que hay personas que nos domestican con facilidad, pero con la misma facilidad descuidan los lazos creados, y olvidan los ritos compartidos

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  2. Sì, no sè si la metàfora se corresponda pero me hace pensar en los nenes que les compràs un perro, y lo comparan a un juguete, se emocionan una semana o a la sumo dos y luego lo dejan descuidado y los padres por atràs cuidandolo.
    Como que la inmadurez no sabe de responsabilidades.

    saluditos

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  3. Hola:)
    me encantó tu blog!
    Me gusta mucho la plantilla y las entradas.
    Bueno que sepas que ya te sigo =)
    Y me ire passando por aqui y comentando.
    me voi ya, adios


    [MARTAA*

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  4. Pues muchas gracias por pasar Marta y sos bienvenida cuando quieras.

    saludos

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  5. que bonito, yo tambien puse este mismo fragmento en mi blog, en verdad el amor hace algo unico

    ando pasando un domingo algo aburrido pero me ando entreteniendo paseando tu blog

    besitos :)

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