miércoles, 22 de julio de 2009

Filosofía en el tocador


Recuerdo cuando puse mis manos por primera vez en este libro; recuerdo me llamó la atención su portada y el dibujo de una mujer en él. Recuerdo cuando lo leí por vez primera y al recorrerlo cada palabra y descripción estaban tan bien expresadas que lograban su cometido general: seducir, excitar. Una de las mejores cosas que pasan al leer es poder imaginar y los textos eróticos si son buenos, pueden llegar a ser excelentes para el ejercicio de la misma imaginación.

La obra es publicada por primera vez en 1795 de forma anónima si bien es atribuida al Marqués de Sade quien ese entonces se encontraba encarcelado en las afueras de París.
La obra trata sobre una adolescente que es el transcurso de unas horas corrompida por unos educadores. Este proceso violento de la transformación de una virgen (Eugenia) a un personaje pervertido hasta tal punto que asesina a su madre. Si bien al principio puede parecer una historia dura y no agrade a algunos lectores, se nos muestra sin tapujos, posiblemente, la época y principios y lo que ocurría en la Francia de las Luces.

El libro contiene un largo panfleto político ¡Franceses! ¡Un esfuerzo más si deseáis ser republicanos! en el cual el Marqués recomienda un socialismo utópico.

A continuación fragmentos del texto:
- El caballero: No desconfiéis, os lo ruego, de mi discreción, hermosa Eugenia: es total. Aquí están mi hermana y mi buen amigo, que pueden responder por mí.

- Dolmancé: Sólo deseo terminar de una vez con este ridículo ceremonial. Vamos, caballero, estamos instruyendo a esta bonita joven, enseñándole todo lo que tiene que saber una señorita de su edad y, para una mejor instrucción, no dejamos de unir la práctica a la teoría. Ahora le falta la escena de un miembro eyaculando; ya estamos en ello, ¿quieres darnos un ejemplo?

-Eugenia: ¡Oh, en realidad, es demasiado fuerte! (...)


A LOS LIBERTINOS

Voluptuosos de todas las edades y sexos, sólo a vosotros dedico esta obra; nutrios con sus principios, porque favorecen vuestras pasiones, y ellas —de las que os espantan los moralistas fríos y vacíos— no son sino los medios de que se sirve la naturaleza para conducir a los hombres hacia los fines que les ha asignado. Atended esas deliciosas pasiones; sólo ellas pueden conduciros a la felicidad.
Mujeres lúbricas: que la voluptuosa Saint-Ange sea vuestro modelo; despreciad, a su ejemplo, todo lo que contraríe las divinas leyes del placer que la encadenaron.
Jóvenes doncellas, durante tanto tiempo atadas por los lazos absurdos y peligrosos de una virtud imaginaria y de una religión repugnante: imitad a la ardiente Eugenia; destruid, pisotead con su misma ligereza todos los ridículos preceptos inculcados por vuestros imbéciles padres.
Y vosotros, gentiles seductores, vosotros que desde la juventud no tenéis más frenos que el del deseo, ni más leyes que las de vuestros caprichos, que el cínico Dolmancé os sirva de ejemplo; id tan lejos como él, si a su semejanza queréis recorrer los caminos de flores que os prepara la lubricidad; convenceos con su enseñanza, ya que sólo extendiendo las esteras de sus gustos y de sus fantasías, o sea sacrificando todo a la voluptuosidad, el desdichado individuo conocido con el nombre de hombre y arrojado a su pesar sobre este triste universo podrá sembrar algunas rosas sobre las espinas de la vida.



Es una obra para releer, a solas o en pareja.






Donatien Alphonse François de Sade, (París 2 de Junio de 1740Charenton-Saint-Maurice, Val-de-Marne, 2 de diciembre de 1814), conocido por su título de Marqués de Sade. Autor de Justine o los infortunios de la virtud, Aline y Valcour, Los 120 días de Sodoma, y otras numerosas novelas y piezas de teatro. En sus obras son característicos los anti heroes, protagonistas de las más aberrantes violaciones y de disertaciones en las que cínicamnete, mediante sofismas, justifican sus actos.

bluekitty

4 comentarios:

  1. A mi me parece muy interesante incursionar en los aspectos literarios de quienes se convirtieron en vocablos. Me pregunto por qué los lectores no se animan a comentar sobre éste autor, quizá les haya chocado el pasar de la inocencia de El Principito al cinismo de Dolmancé...

    ResponderEliminar
  2. jajajajajjajaj, sinceramente espero que no.
    Todos debemos crecer en algún momento ;P

    gracias por el aporte Telco.

    ResponderEliminar
  3. Directo, rebelde, crítico, erótico, perfécto, el Marqués de Sade, solo para mentes abiertas.

    ResponderEliminar
  4. Pues acá hay alguien que comenta sobre el Marqués. Sí, es para mentes abiertas y por sobre todo para espíritus libres. Gracias por pasar y dejar tus palabras Katherin.

    ResponderEliminar